Una persona despierta
Una persona despierta
𝐔𝐍𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐒𝐎𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐈𝐄𝐑𝐓𝐀 realmente no intenta cambiar a nadie.
Se vuelve tranquila, tiene y es paz.
Trabaja en sí misma. Observa sus pensamientos, observa sus acciones y se observa a sí misma cuando se enoja, se observa cuando se deprime, se observa cuando siente celos y envidia, cuando está alegre y todo lo demás, ya que aunque esté despierta, nunca ha dejado de ser humana.
Poco a poco llega a reconocer, “esto soy o no soy yo”, “esto es una ilusión”, “esto es una mentira”, “esto es o no es lo que quiero”
Entonces se transforma para cambiar la energía de lo quiere atraer, y se vuelve libre, ya no le importa lo que los demás piensen, sientan o digan de ella.
No se compara con nadie.
No compite con nadie.
Simplemente se observa a sí misma.
Nunca va por ahí gritando “soy la realidad”, “tengo la verdad”, “soy conciencia”, “tengo la respuesta”, reconoce el no saber-lo y desde ahí explora para descubrir y cuantas veces el “re-descubir”. Agradece a diario y respeta, recuerda/re-cordis “pasa por el corazón”todas las veces que sea necesario hacerlo.
Honra a su familia y a quienes caminan el camino juntos. Sabe bien de dónde viene, se enraiza con admiración hacia la tierra al mismo tiempo desde las manos y los pies. Y desde la tierra se envuelve en agua dulce y salada y sube con el viento a lo alto entre los pájaros vuela…deja a los demás en paz.
Una persona despierta sabe que la clave de todo, es volver a unir a el TODO dentro de sí… entonces la mente descansa en el corazón. Y así ya no va para afuera a tratar de identificarse con el mundo, ya que fue hacia adentro y se identificó con el Universo.
Y comprendió que despertar no es sólo abrir los ojos, sino que es abrir la mente y el corazón. Para así llenarse a sí misma de todo aquello que bendice e ilumina su alma.
Extractos y adaptación personal de Adams
Si te gusto nuestro post déjanos un comentario abajo por favor.