Las plantas escuchan
Las plantas escuchan
Las plantas captan vibraciones a través del aire y el agua es su principal fuente de crecimiento, y la única forma de saber dónde se encuentra el agua es a través de las vibraciones que produce. Han desarrollado el instinto de reconocer las vibraciones que les indica la cercanía de agua.
Las plantas son capaces de «oír» e incluso emiten ultrasonidos. Una serie de experimentos demostraron que las flores actúan como oídos.
Las plantas pueden escuchar. Dos científicos de Tel Avih, han estado experimentando para llegar a demostrar que algunas plantas pueden escuchar los sonidos de los polinizadores y la reacción que tienen es la creación de néctar.
También determinaron que existen algunas plantas que producen ruidos agudos que no están al alcance del oído humano. Sin embargo, pueden detectarse a cierta distancia.
Las pruebas se hicieron en laboratorio y al aire libre. Los investigadores tomaron 650 flores y analizaron niveles de producción de néctar.
Después, observaron si reaccionan a sonidos de tres frecuencias distintas (altas, medias y bajas), una grabación del zumbido de una abeja y también ante el silencio.
Las plantas reaccionaron a los movimientos de las alas de una abeja al aumentar la concentración de azúcar en su néctar, aproximadamente en un 20%.
Las orejas de las plantas son las flores.
Para probarlo, usaron láseres que permitieron observar como los pétalos vibran cuando son golpeados por el sonido que hacen las abejas.
Cuando cubrían las flores con frascos de vidrio, las vibraciones no se propagaban y el néctar nunca se endulzaba. La flor actúa como los pliegues carnosos del oído externo humano, canalizando el sonido hacia la planta.
Las plantas emiten sonidos ultrasónicos.
Con relación a los ruidos emitidos, el equipo de investigadores colocó plantas de tabaco y tomate dentro de cajas insonorizadas, frente a micrófonos sensibles que permitieran su captación.
El experimento demostró que las plantas emitían sonidos ultrasónicos cortos, de un volumen de sesenta decibelios, perceptible para polillas y murciélagos pero no para los seres humanos. Son breves y tienen a desvanecerse en la distancia.
El equipo encontró que las plantas que están secas o dañadas producen ruidos con frecuencia. Los sonidos varían con el tipo de daño o grado de sequedad. En teoría, los animales podrían usar los sonidos para obtener información sobre la condición de una planta.
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