La piel de la fruta como fuente de vitaminas
La piel de la fruta como fuente de vitaminas
La cáscara de la fruta
Si eres de las que siempre pelan la fruta y botas la cáscara, error. La piel de la fruta es la mayor fuente de vitaminas, tiene altos poderes diuréticos y ayuda a desintoxicar el cuerpo ¿Seguirás haciéndolo?
La luz que interactúa con la cáscara es lo que ayuda a la formación de variados nutrientes esenciales como, por ejemplo, los carotenoides y flavonoides.
Ambos están encargados de darle el color a las frutas y además de producir vitaminas. Sumado a eso, en la cáscara están importantes antioxidantes, sustancias que luchan contra los radicales libres dañinos y que además son buena fuente de fibra.
Cambiar hábitos
Si ya decidiste cambiar el hábito de botar la cáscara y comerla, debes tener en cuenta que es fundamental lavarlas bien. Muchas absorben pesticidas, herbicidas y otros químicos que no son buenos para la salud.
En el caso de las manzanas, fíjate que no tengan una capa de cera brillosa, y en el caso de limones, naranjas, piñas y limones, es bueno lavarlos con un chorro de agua tibia y con una escobilla.
Puedes hacer un desinfectante natural mezclando una cucharada de vinagre o bicarbonato de socio con 1 litro de agua, luego sumerges la fruta y listo.
En el caso de cáscaras más duras como la de la piña, la mejor forma de consumirlas es por medio de infusiones. Aguita de cáscara de piña!
La cáscara de la manzana ayuda a reducir los niveles de grasa en la sangre o el colesterol. También alivia los problemas de respiración y tiene un alto contenido de vitaminas.
Beneficios importantes
Si te dijéramos que te estás perdiendo algunos beneficios importantes para la salud por tirar esas cáscaras?
Por todos es conocida la importancia de comer frutas y verduras. Hasta aquí nada nuevo. Aportan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.
También son bajas en calorías y altas en fibra, lo que las convierte en una gran opción para las personas que están tratando de llevar una vida saludable, así como reducir el riesgo de desarrollar determinadas patologías crónicas.
¿Qué son las cáscaras y cuál es su función?
La composición de las pieles de las frutas varía en función del tipo, la estructura y las necesidades de protección.
En particular, los epicarpios, ese es su nombre técnico, están diseñados para ser lo suficientemente duraderos como para mantener a los parásitos alejados de su carga de semillas: ¡el núcleo comestible que todos queremos!
Desde las drupas y las bayas, pasando por las Manzanas de las hespérides, hasta las frutas más exóticas con formas únicas; la capa externa de cada una de ellas tiene un propósito distinto para salvaguardar su contenido interior.
Las cáscaras de las frutas son increíblemente complejas, compuestas por moléculas que se descomponen lentamente y altamente resistentes.
Fibras alimentarias como la celulosa y la lignina, lípidos como los fitoesteroles, proteínas, partículas de azúcar… todos estos componentes las convierten en una fuente de protección contra los rigores de la naturaleza.
El recubrimiento de la fruta también ayuda a protegerla contra el moho en regiones demasiado húmedas.
Pero no sólo tiene una misión defensiva; su composición mantiene los niveles de hidratación para ayudar a la maduración y el sabor del interior, ¡todo ello hace que las frutas sean un regalo de la naturaleza!
Composición y propiedades de las cáscaras
La cáscara está compuesta principalmente por fibras y en menor medida por pruina. A menudo estas fibras son una fuente de nutrición increíblemente importante, aunque algunas de ellas no sean solubles.
Si bien algunos animales y microorganismos pueden descomponerlas para obtener energía de ellas, nosotros carecemos de ciertas enzimas en nuestra saliva, páncreas e intestinos que nos permitan hacerlo.
La fibra alimentaria
La fibra dietética o alimentaria es esencial para un cuerpo sano. Nos ayuda a mantener la regularidad intestinal, regula los niveles de azúcar en la sangre y también puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas (disminuye los niveles de colesterol) . Esto además de otras afecciones crónicas.
También es importante para mantener un peso saludable porque nos ayuda a sentirnos llenos después de comer.
Por otro lado, suele ser rica en antioxidantes, que son sustancias que ayudan a proteger el organismo contra los daños causados por la oxidación.
Algunos de los antioxidantes más comunes que se encuentran en la piel de las frutas y verduras son las vitaminas C y E, el betacaroteno y el licopeno.
Cuando comer y no comer la cáscara de la fruta
Las cáscaras están llenas de beneficios para la salud, pero nadie quiere comerlas…
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), no hay ninguna diferencia sanitaria entre comer las frutas peladas o con piel.
Aun así, existen algunos casos en los que no es aconsejable comerlas con su cáscara. Bien porque su sabor es desagradable o porque comerla “sucia” puede ser un riesgo para la salud debido a su capacidad para absorber contaminantes e impurezas.
Bacterias, mohos, contaminantes procedentes de fuentes atmosféricas o del agua de riego, así como pesticidas, son algunos de los peligros potenciales que acechan en la superficie de las frutas que comemos a diario.
Para ello resulta imprescindible lavar a conciencia la fruta y verdura con agua e informarse sobre si la cáscara o piel es o no comestible, especialmente en productos exóticos.
Entre las cáscaras comúnmente aceptadas, y altamente recomendadas para su consumo por la infinidad de propiedades, tenemos: manzanas, peras, ciruelas, tomates, melocotón, caqui, patatas, calabacín, zanahorias, pepino, ajo, etc.
En este selecto grupo, también se podemos incluir el: plátano, mandarina, limón, naranja, incluso el melón, sandía, piña o el kiwi aunque la experiencia culinaria no sea para recordar.
Como alternativa, se pueden degustar mediante infusiones, caldos, o añadiéndolas en batidos.
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La piel de la fruta
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